Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Popular China

2012-09-11 23:00

( agencia de Xinhua)

 

El Ministerio de Relaciones Exteriores de emitió hoy una declaración después de que el gobierno japonés decidiera en una reunión ministerial "comprar" parte de las Islas Diaoyu. La siguiente es la versión traducida de la declaración:

A pesar de las repetidas protestas solemnes de China, el gobierno japonés anunció el 10 de septiembre la llamada "compra" de las Islas Diaoyu y de los afiliados Nanxiao Dao y Beixiao Dao para "nacionalizarlos".

Este acto constituye una severa violación a la soberanía territorial china, lo cual lastima severamente los sentimientos de los 1.300 millones de chinos y pisotea los hechos históricos y las leyes internacionales. El gobierno y pueblo chinos han expresado su firme oposición y su enérgica protesta por el acto.

Las Islas Diaoyu y sus islotes afiliados han sido territorio sagrado de China desde la antigüedad, lo cual está apoyado por evidencia histórica y jurídica. Fueron descubiertos por primera vez, nombrados y usados por los chinos.

A lo largo de los años, los pescadores chinos han realizado actividades de producción en estas islas y en las aguas vecinas. Han estado dentro de la esfera de defensa marítima de China desde la Dinastía Ming (1368-1644) y han sido los islotes afiliados de Taiwan de China. Las Islas Diaoyu nunca han sido llamadas "Terra Nullius". China es su propietario indiscutible.

En 1895, al final del a Guerra Chino-Japonesa (1894-1895), Japón aprovechó el fracaso obvio del gobierno Qing y se apoderó ilegalmente de las Islas Diaoyu y de sus islas afiliadas.

Subsecuentemente, Japón obligó al gobierno Qing a firmar el inequitativo Tratado de Shimonoseki y cedió "las Islas de Taiwan y sus islas afiliadas".

Después del final de la Segunda Guerra Mundial, de acuerdo con la Declaración de El Cairo y de la Proclamación de Postdam, China recuperó Taiwan, las Islas Penghu y otros territorios que Japón había ocupado antes.

Todo esto significa que las Islas Diaoyu y sus islas afiliadas fueron devueltas a China en términos de la ley internacional. La historia no puede ser revertida. La posición de Japón sobre el asunto de las Islas Diaoyu es una flagrante negación del resultado victorioso de la guerra antifascista mundial y un serio desafío al orden internacional de posguerra.

En 1951, Japón y Estados Unidos, junto con otros países, firmaron de manera unilateral el Tratado de San Francisco, poniendo a las Islas Ryukyu (actualmente Islas Okinawa) bajo la administración de Estados Unidos. En 1953, el gobierno civil de Estados Unidos en Okinawa, sin autorización, amplió el área de su administración, que incluyó el territorio chino de las Islas Diaoyu y sus islas afiliadas.

En 1971, Japón y Estados Unidos incluyeron a las Islas Diaoyu y otras islas en el área de reversión en el Acuerdo de Reversión de Okinawa. El gobierno chino se ha opuesto con decisión desde el principio al intercambio deshonesto del territorio chino entre Japón y Estados Unidos, y se ha negado a reconocerlo.

Los supuestos reclamos del gobierno japonés de que las Islas Diaoyu son territorio inherente de Japón y de que no existe disputa territorial entre Japón y China están ignorando por completo los hechos históricos y jurídicos. Estos reclamos son totalmente insostenibles.

Durante las negociaciones para la normalización de las relaciones diplomáticas bilaterales en 1972 y la firma del Tratado de Paz y Amistad Japón-China en 1978, los entonces líderes de las dos naciones, teniendo en mente la situación general de las relaciones bilaterales, alcanzaron el entendimiento y consenso mutuos e importantes de dejar de lado el asunto de las Islas Dioayu para una solución final en el futuro, lo que sirvió de condición para la normalización y el enorme desarrollo de las relaciones bilaterales, así como para la estabilidad y tranqulidad en Asia Oriental en los últimos 40 años.

Si las autoridades de Japón niegan y tratan de eliminar con una pincelada el consenso entre las dos naciones ¿cómo puede mantenerse estable la situación de las Islas Diaoyu? ¿Cómo pueden las relaciones China-Japón desarrollarse sin contratiempos en el futuro? ¿Y cómo puede Japón ganar la confianza de sus vecinos, así como la del mundo?

En los años recientes, el gobierno japonés ha provocado continuamente problemas con respecto al asunto de las Islas Diaoyu. Especialmente este año, en que ha aplacado y consentido a las fuerzas derechistas cuando desencadenaron la tormenta de la "compra de islas" con el fin de preparar el camino para tal compra.

Las personas tienen razón al creer que esas acciones de la parte japonesa sobre el asunto de las Islas Diaoyu no son en absoluto accidentales. La tendencia política que reflejan bien vale la pena la vigilancia. No podemos ayudar más que preguntando: Después de todo, hacia dónde se dirige Japón? ¿La futura tendencia de Japón da tranquilidad a la gente?

El gobierno de China siempre ha otorgado importancia al desarrollo de las relaciones entre China y Japón. Los dos países y los dos pueblos sólo pueden ser amigos, no pueden ser antagonistas mutuos. Impulsar la relación estratégica y mutuamente benéficas entre China y Japón está acorde con los intereses básicos de los dos países y de los dos pueblos, y es conducente a la salvaguardia de la situación general de la paz, la estabilidad y el desarrollo regionales.

Sin embargo, el desarrollo sano y estable de las relaciones entre China y Japón requiere que Japón avance y haga más esfuerzos con la parte china. La acción de la "compra de islas" por parte del gobierno japonés es contraria al mantenimiento de la situación general de las relaciones entre China y Japón.

El gobierno chino ha declarado solemnemente que la llamada "compra de islas" por parte del gobierno japonés es ilegal, inválida y en absoluto puede cambiar el hecho histórico de la ocupación japonesa de territorio chino, ni puede cambiar en absoluto la soberanía territorial de China sobre las Islas Diaoyu y sus islotes afiliados.

La era de humiliación del pueblo chino ha pasado, y no retornará. El gobierno chino no se quedará de brazos cruzados ante la violación de su soberanía territorial. La parte china exhorta con firmeza a la parte japonesa a que cese de inmediato todos los actos que dañan la soberanía territorial de China, regrese al 100 por ciento al consenso y al entendimiento alcanzados por ambas partes y que recurra a la negociación para resolver las disputas.

Si Japón se aferra obstinadamente a su propio rumbo, todas las consecuencias serias resultado de esta situación recaerán sobre Japón.